Pisando fuerte con Madurez emocional
¡La gente se «molesta» porque no se sienten inmaduros. Ya. Eso pasa porque lo asociamos a infantilidad y no. Tampoco debemos asociar madurez a vejez. Nooo! ¡Todo lo contrario!
Madurar emocionalmente es sinónimo de hacer frente a la vida con una mejor gestión de las emociones, con más seguridad y paz interior. Es sentir que sabemos lo que queremos y si aún no lo hemos logrado, no tiramos la toalla. Es tener la inspiración y creatividad idónea en momentos de bajón que son naturales y necesarios.
Madurar emocionalmente es disfrutar sin perder de vista la realidad y sin permitir que te coman los momentos j0didos, es tener mayor facilidad para resolver problemas con un buen dialogo interno y naturalidad.
Y en los momentos que estamos viviendo, la prioridad está en ser personas maduras emocionalmente, personas versátiles que sabemos aceptar lo que ya tenemos y repensamos en cómo utilizarlo diferente, para adaptarnos con flexibilidad a la incertidumbre que ha llegado para quedarse, hasta que sepamos caminar de su mano, con firmeza.
¿Qué haces tú mientras tanto?